MUSICA
La música que acoimpañaba las danzas era aparentemente mucho más compleja de lo que la simplicidad de sus instrumentos sugiere, y consistía de conjuntos corales con un fondo rítmico o acompañamiento de percusiones, en el que era básica la combinación del gran tambor vertical, el ueuetl, con el gong de madera con dos tonos, el teponaztli. Esta combinación todavía se usa en algunas fiestas, aunque más especialmente en la zona Puebla-Tlaxcala, agregándole un instrumento de viento, la chirimía, especie de oboe primitivo de origen europeo. Según los cronistas los tocadores de ueuetl empezaban a tocar un ritmo lento y bajo que iba cambiando a través de la danza, aumentando el volumen poco a poco, variando y acelerando los ritmos. El ueuetl prehispánico se tocaba, no con las baguetas como se hace hoy, sino con las manos, lo que permitía obtener modulaciones más finas de la calidad del sonido. El teponaztli se tocaba con dos baguetas con un extremo amortiguado con hule, y actuaba según Motolinía, como contrabajo. Había además otras percusiones: sonajas, raspadores y carapachos de tortuga, que se usan todavía en el Istmo de Tehuantepec, y se tocan con unos cuernos de venado para producir dos tonos, una especie de teponaztli primitivo. Otros instrumentos que se usaban en las danzas eran las trompetas como las de los frescos de Bonampak, o de grandes caracoles marinos, las ocarinas y silbatos, y las flautas de carrizo, de hueso o de barro, desde las más simples a algunas dobles y cuádruples, que revelan un sentido muy complejo de la armonía. La base de la gran música para la danza era el hábil manejo de conjuntos corales; había cantares de guerra, de amor, de loor a los dioses y a los señores, y todos los cronistas insisten en que todas las danzas iban acompañadas de coros que asombraban a los españoles por su disciplina y perfección. Samuel Martí (“Música de las Américas”, Cuadernos Americanos, año IX, No. 4, julio-agosto 1950) ha demostrado que la música prehispánica tenía un sentido muy desarrollado del ritmo, melodía, armonía, de los matices y la modulación.
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